sábado, 29 de octubre de 2011

Somos borregos por Iñaki Gabilondo

Excelente explicación de Iñaki Gabilondo sobor a crise e os rescates a bancos e entidades financieiras. ¿Qué está a pasar? ¿Somos conscientes realmente das implicacións que éstos rescates e recortes teñen nas vidas dos/as cidadáns?

lunes, 24 de octubre de 2011

Unimonos a petición de investigación sobor a morte de Gadafi



Unimonos a petición de Amnistía Internacional e de outras organizacións de defensa dos Dereitos Humáns, para que se investiguen de maneira exhaustiva, imparcial e independente as circunstacias que rodean a morte de Gadafi, xa que en caso de habe-lo matado en cautividade, constituiría un crime de guerra. 

Coa sua morte, as vítimas do seu terrible rexime, perden o seu dereito á xustiza e a reparación de tódolos danos que puideran sufrir. 

Para máis información: 

http://www.es.amnesty.org/noticias/noticias/articulo/se-debe-investigar-si-la-muerte-de-gadafi-fue-un-crimen-de-guerra/

sábado, 22 de octubre de 2011

Únete á Rebelión!!!! Rebélate contra a pobreza!


Está nas nosas máns acabar ca pobreza A Alianza Española contra a Pobreza é a resposta de numerosos colectivos ante a persistencia da pobreza e as desigualdades sociais. Non podemos estar de brazos cruzados mentras aumenta cada día o número de persoas que pasan fame no mundo, non se garantizan os dereitos humáns e crece a desigualdade entre las diferentes rexións.

Ante esta situación a Alianza Española contra a Pobreza a forman organizacións sociais, sindicatos, movementos e plataformas cidadanas que aglutinan a máis dun millar de entidades en todo ol territorio español. Diferentes sectores, unidos na diversidade, como mostra dunha sociedade civil comprometida na loita contra a pobreza que fai un chamamento conxunto á cidadanía para presionar e lograr medidas concretas e non discursos de boas intencións.

Para cumplir cos Obxetivos de Desenrolo do Milenio (ODM) só é precisa a vontade política dos gobernantes. Ademáis a Alianza reivindica medidas concretas para aumentar a cantidade e calidade da axuda ós países empobrecidos, a cancelación da débeda externa e novas normas comerciais que permitan ós países acabar ca inxustiza, a inequidade e a discriminación.





viernes, 14 de octubre de 2011

15O: Mañá sábado TOD@S a manifestación!!!!!


En todo o mundo, mañá, seremos moitas as voces que estaremos pedindo un mundo mellor e máis xusto. Estaremos decindo que este sistema non nos representa, non nos defende e nos pon no punto de mira dos Mercados, especuladores, e recortes de dereitos sociais. 
Estamos fartos/as de ser os que pagan os pratos rotos, de que nos digan que non hai outra alternativa, que a nosa función como cidadáns é votar cada 4 anos...e nada máis. 
Estamos recuperando o que é noso, os nosos espazos, a rúa, a verdade....e sobretodo a dignidade. 
Mañá vemonos nas manifestacións!!!ÚNETE ó CAMBIO!!!









viernes, 7 de octubre de 2011

Premio Nobel da Paz 2011: Defensa dos dereitos das mulleres.

Público.es


http://www.publico.es/internacional/400379/ellen-johnson-sirleaf-leymah-gbowee-y-tawakkul-karman-galardonadas-con-el-nobel-de-la-paz
Ellen Johnson-Sirleaf, Leymah Gbowee y Tawakkul Karman recibieron este viernes el premio Nobel de la Paz por su lucha en favor de los derechos de las mujeres.
Johnson-Sirleaf es la presidenta de Liberia y la primera jefa de Estado del continente africano, Gbowee es abogada y activista liberiana, mientras que Karman es periodista y activista por los derechos humanos en Yemen.
"Hemos decidido otorgarles el galardón por su lucha no violenta para garantizar la seguridad de las mujeres y la participación de las mujeres en los procesos de paz de sus países", dijo el comité noruego. "No podemos conseguir la democracia y la paz en el mundo hasta que las mujeres no tengan las mismas oportunidades que los hombres para influir en el desarrollo a todos los niveles de la sociedad", prosiguió.
Sobre la presideta liberiana, el jurado resaltó que "Ellen Johnson Sirleaf desde que tomó el cargo en 2006 ha contribuido en asegurar la paz en Liberia, promoviendo el desarrollo económico y social y fortaleciendo la posición de las mujeres".
De Leymah Gbowee, destacaron el haber conseguido movilizar y organizar "a las mujeres pese a las diferencias étnicas y religiosas para conseguir el final de una larga guerra en Liberia y asegurar la participación de las mujeres en las elecciones. Desde entonces ha trabajado para asentar la influencia de las mujeres en África occidental".
Por su parte, de Tawakul Karman, el jurado resaltó que "en las circunstancias más complicadas, antes y durante la Primavera Árabe, ha jugado un papel de liderazgo en la lucha por los derechos de las mujeres y la democracia en Yemen". Karman, en declaraciones a la agencia AP, dijo compartir el premio "con toda la juventud de la revolución en Yemen y a los yemeníes".
"No dejaremos nuestra revolución incompleta. Queremos un Yemen democrático y moderno. Es lo que la juventud y los mártires y heridos quieren. Continuaremos con nuestro movimiento pacífico", añadió un poco más tarde a la cadena qatarí Al Jazeera.

La mujer que desafió a Charles Taylor

Ellen Johnson Sirleaf encarna la historia de una mujer que nunca se ha dado por vencida en reclamar el papel de las liberianas en la política. Ya en 1985 se presentó a las elecciones del Senado después de regresar de un largo exilio en EEUU donde consiguió un máster en administración en la Universidad de Harvard.
Sus acusaciones contra el régimen militar le costaron una condena a 10 años de cárcel, pero poco después consiguió su puesta en libertad y volvió a suelo estadounidense donde prosiguió su formación. En 1997 volvió a Liberia como representante del Banco Mundial y desafió al dictador Charles Taylor en las elecciones.
Sólo obtuvo el 10% de los votos, pero aquello no le hizo cejar en su empeño. En 2006, con Taylor en los tribunales acusado de crímenes contra la humanidad por la guerra en Sierra Leona, se convirtió en la primera jefa de Estado africana. Es madre de cuatro hijos.

La guerrillera de la paz

El activismo y liderazgo de Leymah Gbowee llevó la paz a Liberia después de 14 años de sangre y guerra y, de alguna manera, propició la llegada de  Johnson Sirleaf al Gobierno. Es abogada, de etnia Kpellè y promotora de "la huelga del sexo", iniciativa que obligó al régimen de Taylor a admitirla en la mesa de negociaciones por la paz, después de encabezar una manifestación pacífica en junio de 2003 por Ghana.
Su autobiografía Que nuestro poder sea inmenso: como la hermandad, la oración y el sexo cambiaron una nación en guerra muestra cómo el poder de las mujeres acabó mandando al exilio al dictador. Es directora de la Red Africana por la Paz y Seguridad para las Mujeres.

El azote de Saleh

Tawakkul Karman ha sido durante años una de las mujeres que ha llevado la voz cantante contra el régimen de Al Abdulah Salé en Yemen con constantes manifestaciones y sentadas pidiendo reformas. Pero las revueltas en Túnez y Egipto le llevaron a encabezar una protesta que tiene al régimen yemení contra las cuerdas.
Tiene 32 años, tres hijos y es periodista. Fundó la asociación Periodistas sin cadenas y milita en el partido Al Islah, el princiipal grupo de la oposición. En enero fue detenida por la Policía pero la presión popular, que llevó a cabo multitud de manifestaciones en su apoyo, forzó a Salé a liberarla. Su imagen ha servido para inspirar a cientos de mujeres a tomar las calles.

Democracia real Xa! Unid@s por un cambio global: 15O Global Revolution...

domingo, 2 de octubre de 2011

75 aniversario do voto feminino en España


Artículo en http://www.mujeractual.com

Fotos en www.20minutos.es

El voto femenino en España


Hace más de 75 años una mujer, Clara Campoamor, pidió la palabra en el Congreso de los Diputados para reclamar la igualdad entre sexos y el reconocimiento del derecho al voto a las mujeres. Una mujer frente a otra, Victoria Kent, ambas feministas, pero con puntos de vista contrarios en la cuestión del sufragio. Las únicas diputadas y las dos frente a 470 hombres. En la historia de España algo comenzaba a cambiar.


VANESSA RAMIRO / MUJERACTUAL
La necesidad de la dictadura de Primo de Rivera de conseguir una base social fuerte que respaldase al sistema y de dar una imagen de modernismo social en Europa hicieron que en España se consolidase, hacia los años veinte del siglo pasado, la participación de la mujer en la vida pública.

A partir de ese momento, fueron muchas las asociaciones de mujeres que, poco a poco, se formaron en nuestro país, algunas de ellas católicas, que resultaron muy beneficiadas por su colaboración con el régimen y muchas de sus líderes fueron más tarde designadas por el general para ocupar puestos en la Administración Nacional y en los ayuntamientos como concejalas. Pero, a pesar del avance que esto supuso, la actitud de la dictadura no dejaba de ser paternalista, por un lado: las mujeres no habían sido elegidas, sino designadas, e, injusta, por otro: en 1924, un Real Decreto reconocía el derecho al voto de las mujeres, reservado sólo para solteras y viudas, puesto que las casadas podían ejercerlo contra los intereses de sus maridos.
Fue con la llegada de la Segunda República en 1931 cuando las mujeres españolas pudieron integrarse en la acción política y social, algo que, de una u otra manera, interesaba a todas las fuerzas políticas. Clara Campoamor salió elegida parlamentaria por Madrid como miembro del Partido Radical y Victoria Kent, por el Partido Radical Socialista. Aún así, el tema de la concesión del voto femenino seguía siendo una cuestión polémica, que enfrentaba, incluso, a las dos únicas mujeres de la Cámara.
El artículo 34 de la Constitución, que en su segunda parte tenía que decidirse sobre el sufragio femenino, fue debatido los días 30 de septiembre y 1 de octubre de 1931. Clara Campoamor había conseguido que el anteproyecto constitucional recogiese el establecimiento de plenos derechos electorales para las mujeres, pero ahora tocaba defenderlo. Su voz fue la que más se oyó en el histórico debate de las Cortes Constituyentes, alzándose, como ya se ha dicho, incluso contra la de la otra mujer de la Cámara, Victoria Kent, partidaria de esperar algunos años para que la mujer española comprendiera lo positivo de la República y se convirtiera en su más firme defensora. Clara Campoamor pidió que no se cometiera el error de dejar a la mujer al margen de la República y menos por el miedo a cuál fuese a ser su comportamiento electoral.
La votación fue nominal y antes de producirse, muchos diputados socialistas abandonaron la Cámara al no estar de acuerdo con su partido. El resultado, 161 votos a favor (con el sí de socialistas, Partido Agrario y republicanos conservadores) y 121 en contra (radicales, radical-socialistas y Acción Republicana). El 40% restante, 188 diputados, o no estuvieron presentes o se abstuvieron. El artículo 34 quedó aprobado, aunque Acción Republicana aún hizo una última intentona: en el período abierto para presentar Disposiciones Adicionales Transitorias al texto constitucional, propuso una enmienda en la que pretendía que el voto femenino sólo fuese efectivo en las elecciones municipales y no en las legislativas. De nuevo, Clara Campoamor levantó su voz en contra de esta limitación. Esta vez la enmienda quedó desechada tan sólo por cuatro votos de diferencia (127 a favor y 131 en contra), pero el derecho al voto femenino era ya una realidad en España.
Probablemente sin las intervenciones de Clara Campoamor muchos de los diputados que votaron a favor de otorgar el voto a la mujer se hubieran dejado convencer sin demasiada dificultad por los que defendían, al menos, su aplazamiento por razones de 'oportunidad política'. Pero detrás de Clara Campoamor hubo muchas mujeres que lucharon antes y durante para conseguir lo que, por fin, la República les reconocía. Algunas más conocidas, Matilde Huici, Benita Asas Manterola, Carmen Burgos o María de Maetzu, esconden el nombre de tantas otras.
El derecho de las mujeres al voto ha sido la consecuencia de un largo período de luchas que abarca desde mediados del siglo XIX hasta bien entrado el XX. Antes que las españolas, sufragistas británicas y americanas convirtieron la cuestión del sufragio femenino en una reivindicación internacional cuyos ecos atravesaron fronteras.